jueves, 15 de abril de 2010

BEATNIKS.




Se llamó generación beat a lo que fue poco más que un reducido grupo de escritores y artistas de San Francisco que en la década del 50 se reunía en bares de Nueva York unidos por gustos estéticos afines como la poesía y el jazz y un rechazo común a las convenciones sociales del momento. Impugnaban el materialismo del sueño americano, el apego a las posesiones mundanas y el conformismo individualista de la época tras la guerra. Para eso proclamaban la exploración de la conciencia y la búsqueda por trascender los límites, propios y ajenos, a través de la libre expresión de las emociones más viscerales. Entre otras cosas mantuvieron una curiosidad decidida en las religiones, occidentales y en especial orientales, con las cuales se identificaban en la propuesta de la meditación y la elevación mística. Desde ahí, el término beat significa por un lado ‘beaten down’, (cansado, derrotado por las ocupaciones de la época) pero a su vez beato, beatifico, por el sesgo espiritual que le imprimieron a su pensamiento.Los integrantes originales sobre las cuales se alzó el movimiento fueron Jack Kerouac, , Allen Ginsberg, Neal Cassady, Gregory Corso, Herbert Huncke, Peter Orlovsky, John Clellon Holmes y también William S. Burroughs aunque de manera más lateral y esporádica. Solían emplearse a sí mismos y a sus compañeros como protagonistas de sus libros e inspiración, se consultaban títulos, hacían de editores y de agentes de sus amigos. A ellos se refería en realidad la prensa cuando hablaba de beats, fue entre ellos que se creó el nombre y desde ellos se definieron los principales ideales que luego pasarían a ser atribuidos a toda una generación. La principal herramienta con la cual se expresaban era la escritura, y su necesidad de romper con lo dado los llevó a desarrollar nuevas formas de literatura que se caracterizaban por un fluir libre del pensamiento, sin puntuaciones que impusieran la respiración ni correcciones posteriores que fueran a hacer menos franca la espontaneidad, con una alusión directa al fraseo del jazz. Buscaban grabar lo que sintieran más real en sus textos pero de la misma manera buscaban hacer sus experiencias lo más transformadoras y narrativas que estuvieran al alcance: rigurosos viajes de aventura, sexo libre y todo tipo de experimentación con drogas. Sus intentos de trascender los horizontes no pasaron desaparcibidos, On the road, libro de Kerouac inspirado en la figura de Neal Cassady sobre un trayecto por la ruta 68 a través de los Estados Unidos, padeció un juicio por alentar la delincuencia, Howls fue acusado de obsceno en 1957 y Burroughs en 1962. Estas denuncias sin embargo ayudaron a establecer un antecedente en cuanto a la aceptación de lenguaje erótico en función a su valor literario. El consumo de drogas tenía para ellos un propósito de intensificar la sensibilidad y de explorarción de los efectos de las distintas variedades en la percepción; no tanto como intoxicación hedonista o enajenante, en ese momento los efectos de las distintas sustancias y sus efectos más nocivos no estaban del todo delucidados si no como alicientes en el momento de escribir. Las más consumidas eran benzedrina, marihuana , morfina y otras más psicodélicas como peyote, ayahuasca y LSD.Las aventuras de los beat no sólo llamaron la atención de sus detractores si no de muchos que pretendían imitarlos y reconocerlos líderes de una ola masiva. Una vez extendida su influencia se empezó a denominar a sus seguidores como “beatniks”, una conjunción entre beat y sputnik por el supuesto antiamericanismo, anticonvencionalismo y procomunismo del movimiento; el estereotipo los dibuja vestidos de colores oscuros, con remera a rayas, boina, anteojos negros y boinas, las chicas bailando descalzas con sweaters holgados y a ellos fumando habano o tocando el bongó. Algunos dentro del grupo de los beats consideraban que para muchos de sus prosélitos sus lemas no significaban más que una pose, una parodia ligera de sus pretensiones originales o incluso una excusa para poder descontrolar bajo el amparo de un fundamento ideológico, otros en cambio decidían aceptar la cuestión beatnik con más humor. La influencia de los beats fue inmensa y alcanza incluso a las bandas más importantes: John Lennon propone llamar a su banda los Beatles, con el error ortográfico que implica en inglés, en un claro homenaje al movimiento y en especial a Kerouac de quien se declaraba fan incondicional, también Bob Dylan y Jim Morrison reconocieron su admiración por el grupo, Mick Jagger, Patti Smith y Lou Reed eran amigos de Burroughs, quien también trabajó con bandas más jóvenes como Sonic Youth, REM y Kurt Cobain, por su parte Ginsberg colaboró con The Clash, y tanto Tom Waits como Van Morrison, los Beastie Boys, Bad Religion y King Crimson les dedicaron temas en homenaje. También su herencia literaria perdura hasta la actualidad, en el hiperrealismo, en la escritura descarnada, sincera y procaz de muchas novelas modernas, en el reconocido periodismo bonzo y en el principio casi renacentista de las experiencias propias como principal vehículo para trascender fronteras.

No hay comentarios: