MODS

Música, moda y scooters son los tres principales vectores sobre los que pueden definirse los mods, el movimiento cultural menos recordado de los ‘60 a pesar de su significativa popularidad en la época. Originales de Londres, los mods fueron nombrados tras abreviar el término modernistas, de Modern Jazz, como veta alternativa a los seguidores de la línea más clásica del ritmo, los trads. De trajes europeos entallados, peinados cortos y una estética impecable, los mods eran sobre todo fieles seguidores de la música afro norteamericana, y la mezcla de los últimos acordes de lo extranjero y la vanguardia local, como el Rhythm and Blues, el Soul y el Ska. También se adentraban en el cine de la nouvelle vague francesa, en la filosofía existencialista y en el pop art, movimiento artístico en boga sobre el que asentaron el logo que los identificaba, una composición de círculos que reinterpretaban el escudo de la Marina Francesa. Las fiestas que organizaban, ya desde fines de los años 50, eran conocidas como All Nighters, encuentros que duraban toda la noche y que llevaban a muchos a consumir anfetaminas en pos de aguantar las extensas horas de baile para después conseguir volver a la mañana a trabajar, en dependencias públicas o administrativas, sin desfallecer en el intento. Sus icónicas scooters, ya fueran Vespa o Lambretta, surgieron también como solución a su vida de trasnoche y a contramano: cuando salían, no había ya transportes públicos para trasladarse y los autos eran demasiado caros. Las camperas militares, o parkas, eran un atuendo básico entre los mods, ya que además les servía para protegerlos del frío en las motos o para cuando acampaban en las veredas. Por su parte, las chicas solían llevar vestidos baby doll o polleras largas en forma de campana, zapatos sin tacos y un maquillaje sobrio que resaltaba los ojos cargados, como en las clásicas fotos de la supermodelo Twiggy, el principal exponente del movimiento entre las jóvenes. En la vereda opuesta a los mods estaban los rockers, con pesadas motos Harley Davidson, desaliñadas chaquetas de cuero y férrea lealtad al rock ‘n roll blanco. Las asperezas entre los grupos eran usuales y desembocaban en violentos choques en las calles, lo que les proporcionó a ambos movimientos el rechazo de buena parte de la opinión pública en los medios. La disolución de los mods se dio promediando la mitad de la década del ’60. A muchos de sus integrantes ya no les interesaban las constantes fricciones con sus rivales, mientras que otros se vieron seducidos por el naciente movimiento del flower power y algunos otros, con un talante mucho más pesado, dieron origen a los skinheads. Las bandas más populares del movimiento fueron Small Faces, The Animals, The Yardbirds, The Kinks y The Who, y entre sus miembros más famosos se reconocieron Paul Weller, Rod Stewart, David Bowie, Marc Bolan y Eric Clapton. “Yo no quiero ser como los demás, por eso soy un mod” dice Jimmy Cooper en la película de The Who, Quadrophenia, dando una pista de lo que significaba para muchos ser parte del grupo. A partir de ahí, se gatilló una nueva ola mod en los setenta, que luego influenciaría de manera determinante en las principales bandas del brit-pop de los 90´s.