“Chloe tenía el cabello rojizo con tonos dorados, ojos color de avellana, una sonrisa ilegible, rostro de muñeca, un cuerpo que lo superaba, las uñas pintadas de negro..."
“La contracultura, fuera lo que fuese, ya me tenía harto. Me ponía enfermo el modo en que subvertían mis letras y extrapolaban su significado a conflictos interesados, así como el hecho de que me hubieran proclamado el Gran Buda de la Revuelta, El Sumo Sacerdote de la Protesta, Zar de la Disidencia, Duque de la Desobediencia, Líder de los Gorrones, Káiser de la Apostasía, Arzobispo de la Anarquía, el Pez Gordo. ¿De qué demonios hablaban? Eran títulos espantosos, en cualquier caso”. (...) “Dondequiera que vaya, soy un trovador de los ’60, una reliquia del folk-rock, un rapsoda de tiempos pasados, un jefe de Estado ficticio de un lugar que nadie conoce. Me encuentro en el abismo sin fondo del olvido cultural. Llamalo como quieras. No me lo puedo quitar de encima. Cuando emerjo de los bosques, la gente me ve venir. Siempre he sabido qué están pensando. Hay que conceder a las cosas la importancia que merecen”.
3 comentarios:
Alejandro: no sé pegar al comment una foto, quería mandarte la de la Casa de Ana Frank, en respuesta a tu gran comentario.
Si sabés cómo hacerlo, avisame.
Beso!
Es que en blogger creo que no se puede hacer, como en wordpress, podes mandarmela por mail: austerlitz50@gmail.com.
o mandar el link si la foto esta en algun sitio.
Besotes
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